Un buen estilo es como el rayo de luz que entra por la ventana mientras yo escribo, y que debe su claridad pura a la emoción continua de los siete colores que le componen.
Es preciso evitar las novelas; no avancéis nunca por caminos ignorados; encuéntrase difícilmente quien comenzó a extraviarse.
Nuestro éxito no está asegurado por nuestro propio mérito, sino que depende mucho de la gente que combate a nuestro lado.
Los pueblos atribuyen sus victorias a la pericia de sus generales y al valor desiempre achacan sus derrotas a una inexplicable fatalidad.
La verdad histórica nada tiene que ver con los hermosos ejemplos de heroísmo que vuelan de siglo en siglo sobre los labios y únicamente revelan arte y poesía.
Creo a los hombres igualmente incapaces de hacer el bien o el mal. Para obrar, el sabio no tiene más razones que la costumbre y el uso.
La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza con alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia.