Oyó decir que no se habría de confundir el estilo con el lenguaje y se creyó que tenía estilo por el solo hecho de desconocer el lenguaje.
El estilo no es una cosa voluntaria y ésta es la invalidación y la inutilidad —relativas— de todas las reglas. El estilo es una resultante fisiológica.
Dos cosas hacen perfecto al estilo, lo material de las palabras y lo formal de los pensamientos, de ambas eminencias se adecua su perfección.