El hombre se realiza como homo faber al trabajar con sus manos; el error es que ahora todos queremos ser homo sapiens.
Siento amor por la humanidad en general; pero cuando más la amo, menos quiero a los hombres en particular, es decir, cada cual considerado en sí mismo. En mis quimeras, llegué a trazar proyectosdejarme crucificar por mis semejantes, si fuera necesario; pero al mismo tiempo, me siento incapaz de vivir con cualquier persona dos días soy un enemigo de los hombres apenas entro en contacto con ellos.
Creo a los hombres igualmente incapaces de hacer el bien o el mal. Para obrar, el sabio no tiene más razones que la costumbre y el uso.
No conocemos a los hombres cuando vienen a vernos; tenemos que visitarlos a ellos para averiguar cómo son.