Si encuentras a un hombre virtuoso y bueno, no lo apartes; hónralo para que no tenga que huir refugiarse en desiertos y cavernas u otros lugares solitarios, lejos de tus insidias; míralo como a dios terrenal, merecedor de estatuas y simulacros.
Unos tienen ingenio para hacer cosas bellas, otros para dar a entender que las cosas que hacen son bellas. Son dos ingenios diversos, pero ambos eficaces.
—Tengo derecho a pensar —dijo Alicia secamente. / —Tienes tanto derecho a pensar —observó la Duquesa—, como los cerdos a volar.