Cuando debo asignar una tarea pesada se la doy a un perezoso; seguro que hallará una manera fácil de llevarla a cabo.
Es imposible gozar perfectamente el placer de no hacer nada, si no se tiene un gran cúmulo de cosas por hacer.
Todo el mundo se agita con el fin de conseguir más tarde el reposo, pero hay hombres tan perezosos que ya se instalan en el reposo desde el principio.
El hombre es capaz de grandes hechos cuando se ha sabido librar de la pereza y siente confianza en que ha de lograr lo que seriamente se propone.
Los perezosos suelen ser grandes proyectistas; así faltos de realidad, se engañan con ilusiones; y además, al trabajar sólo en proyectos se avienen muy bien con la inacción, suma felicidad del perezoso.
No es perezoso únicamente el que nada hace, sino también el que podría hacer algo mejor que lo que hace.
La pereza marcha con tanta lentitud que la pobreza no tarda en alcanzarla. Haz marchar tus asuntos antes que ellos te espoleen.
El terrible enemigo está dentro de la casa. No es la resistencia del ambiente, ni siquiera lo extraordinario de nuestro plan y propósito, es nuestra pereza.