La conversación más agradable es aquella de la que no se recuerda nada con precisión, pero deja una impresión general agradable.
Siempre el consejo da una pasajera apariencia de superioridad, por ello no es grato incluso cuando se le necesita.
Las viejas costumbres no se rompen fácilmente, el que intenta cambiar todo el curso de su vida, con frecuencia trabaja en vano.