La alegría del alma forma los días más bellos de la vida en cualquier época que sea.
El alma contiene la esencia del hombre. El cuerpo no es instrumento del alma, morada, o cárcel, de la que ha de salir para gozar de una felicidad eterna.
El amigo debe ser como el dinero que, antes de tenerlo, se sabe el valor que tiene.
Es más terrible el amor de una mujer que el odio de un hombre.
La multitud, cuando ejerce la autoridad, es más cruel que los tiranos del Oriente.
El filósofo no admite ninguna bajeza de pensamiento, porque la pequeñez de las ideas es lo más contrario a un alma que debe aspirar a abarcar en su universalidad y armonía todas las cosas divinas y humanas.
La belleza es una tiranía de corta duración.
La ciencia humana consiste más en descubrir errores que en descubrir verdades.
Encontrar lo necesario sin buscarlo es buena fortuna, pero basar la felicidad en el propio comportamiento, es buena conducta.
El alma contiene la esencia del hombre. El cuerpo no es más que un instrumento del alma, morada o cárcel, de la que ha de salir para gozar de una felicidad eterna.
Dueño de la virtud es quien en nada se excede.
El medio más corto, seguro y glorioso para ganar fama en el hombre de bien, consiste en trabajar para serlo.
Ser hombre de bien, no parecerlo, es el camino más hermoso para llegar a la gloria.
Cuatro características corresponden al juez: escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente.
Los jóvenes de hoy aman el lujo, tienen manías y desprecian a la autoridad; responden a sus padres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros.
No es perezoso únicamente el que nada hace, sino también el que podría hacer algo mejor que lo que hace.
El modo de adquirir una buena reputación es esforzarse en ser lo que se desea parecer.
La única cosa que sé, es que no sé nada; y esto cabalmente me distingue de los demás filósofos, que creen saberlo todo.
El que de nosotros pertenezca a la posteridad por un mayor número de acciones honrosas y útiles, será el vencedor.
