Para llegar lejos en este mundo, hay que hacer como si ya se hubiera llegado lejos.
Si tuviéramos suficiente voluntad, casi siempre tendríamos medios suficientes.
Es más fácil parecer digno de los empleos que no se tienen que de aquellos que se ocupan.
La gloria de los grandes hombres debe medirse siempre por los medios que han empleado para adquirirla.
No se debe juzgar al hombre por sus cualidades, sino por el uso que hace de ellas.
A menudo nos avergonzaríamos de nuestras más bellas acciones si el mundo viera los motivos que las producen.
La verdadera elocuencia consiste en no decir más de lo que es preciso.
Se habla poco cuando la vanidad no toma parte en la conversación.
El deseo de parecer listo impide a menudo el llegar a serlo.
El medio más fácil para ser engañado es creerse más listo que los demás.
Hay personas que desagradan a pesar de sus méritos, y otras que agradan a pesar de sus defectos.
Se puede ser más listo que otro; pero no más listo que todos los demás.
Nada impide tanto ser natural como el deseo de parecerlo.
Cuanto más se ama a un amante, más cerca se está de odiarlo.
Por lo general nos aburren las personas con quienes no está permitido aburrirse.
Si se examinan bien los diversos efectos del hastío, se observará que ha hecho faltar a más deberes que el interés.
El extremo aburrimiento es su propia cura.
Amamos siempre a los que nos admiran, pero no siempre a los que admiramos.
Si no nos aduláramos jamás mutuamente, la vida sería menos placentera.
A veces creemos odiar la adulación y lo que odiamos es la manera de adular.