El corazón y no la razón es quien siente a Dios: eso es fe; Dios es sensible al corazón y no a la razón.
Los mejores libros son aquellos que quienes los leen, creen que también ellos pudieron haberlos escrito.
Los hombres son necesariamente locos, hasta el punto de que no serlo constituiría una locura de otro género.
Nadie habla en nuestra presencia como suele cuando nos hallamos ausentes. La unión que existe entre los hombres solamente está fundada sobre el engaño mutuo.
El talento extremado suele acusarse de locura, como la carencia extremada del mismo. Solamente es buena la mediocridad.
La naturaleza es una esfera infinita cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna.
El orgullo contrapesa todas las miserias. O bien las oculta o, si las descubre, se glorifica a sí mismo por haberlas conocido.
El pensamiento nos consuela de todo y todo lo remienda; si alguna vez os hace mal, pedidle el remedio de éste y os lo dará.
Puedo concebir perfectamente un hombre sin manos, sin pies o sin cabeza; pero no puedo imaginar un hombre que no piensa; sería una piedra o un bruto.