No me gusta el trabajo, a nadie le gusta; pero me gusta que, en el trabajo, tenga la ocasión de descubrirme a mí mismo.
El trabajo es un título natural para la propiedad del futuro del mismo, y la legislación que no respete ese principio es intrínsecamente injusta.
si a la gente le gustara de verdad trabajar, aún estaríamos labrando la tierra con arados de palo y cargando bultos a la espalda.
El hombre debe vivir de los productos de su trabajo. Ésta es una pena de la primera culpa, una pensión de la naturaleza humana, un decreto de la boca del mismo hacedor.
Los hombres deben aprender que no existe degradación en el trabajo manual más duro o más servil o humilde, cuando es honrado.
Se estima tanto al que da dinero o ascensos como al que se asocia a faenas y peligros; más se quiere a quienes comparten trabajos que ocios.