Es muy difícil someter a la obediencia a aquel que no busca mandar.
El hombre no está hecho para meditar sino para actuar.
Hacer dos oficios es el mejor medio de que ambos salgan mal.
La clase de felicidad que necesito es menos hacer lo que quiero que no hacer lo que no quiero.
No conozco mayor enemigo del hombre que el amigo de todo el mundo.
El verdadero amor es el más casto de todos los vínculos.
Quitadle la venda al amor y restableceréis el sosiego en el mundo.
Si quitáis de nuestros corazones el amor a lo bello, nos quitaréis todo el encanto de vivir.
Siempre he creído que lo bueno no era sino lo bello puesto en acción.
No basta que una esposa sea fiel; es menester que su marido, sus amigos y sus vecinos crean en su fidelidad.
La civilización y la forma son las responsabilidades del desequilibrio social.
Lo que nunca acabaremos de saber es cómo ignorar lo que nunca podremos comprender.
Al corazón se le habla mejor por los ojos que por los oídos.
Es un hecho que las personas que comen mucha carne son, por regla general, más crueles y feroces que las demás.
Las leyes son siempre útiles a los que tienen mucho y perjudiciales a los que no tienen nada.
Lo único que no sabemos es ignorar lo que no debemos saber.
Las ideas generales y las abstractas son la fuente de los más grandes errores humanos.
Donde se aprende a estimar y a ser útil a la humanidad es en el campo; en las ciudades se aprende a despreciarla.
La más antigua de todas las sociedades y la única natural es la familia.
Ceder a la fuerza es un acto de necesidad, no de voluntad.