El carácter mas elevado es aquel que está dispuesto a perdonar los errores morales de los demás como si él mismo fuera culpable de ellos cada día, y que tiene tanto cuidado de no cometer una falta como si nunca las perdonara.
La firmeza de carácter se hace estimar aun por el enemigo contra quienes se emplea que no puede menos que aplaudirla aunque parezca que le reprende.
Es preciso saber lo que se quiere: cuando se quiere hay que tener el valor de decirlo, y cuando se dice, es menester el coraje de realizarlo.
Siembra actos y recogerás hábitos; siembra hábitos y recogerás carácter; siembra carácter y recogerás destino.
La inteligencia es una espada de dos filos, de duro acero y brillo cegador. El carácter es la empuñadura, y sin empuñadura no tiene valor alguno.
Si nunca has tenido un gran éxito, no sabes lo que vale; el éxito es la piedra de toque de los caracteres.
Tres cosas distinguen al hombre de carácter superior: no le afligen las preocupaciones, nada le causa asombro y no tiene temores.
Perfeccionamos, ocultamos y dulcificamos el carácter, pero el carácter no depende de nosotros; si así fuera, todo el mundo sería perfecto.
El sistema embrutecedor de las recompensas y los castigos apoca los caracteres y falsea las opiniones.