Le dije que la mayor cobardía del mundo era matarse,es señal que le falta el ánimo para sufrir los males que teme.
Dejad el cuidado al tiempo, que es el gran maestro de dar y hallar remedio a los casos desesperados.
Cuando los trabajos pesados se cuentan en prosperidades presentes, suele ser mayor el gusto que se recibe en contarlos, que el pesar que se recibió en sufrirlos.
La valentía que no se funda sobre la base de la prudencia se llama temeridad, y las hazañas del temerario más se atribuyen a la buena fortuna que a su ánimo.
Si a los oídos de los príncipes llegase la verdad desnuda, sin los vestidos de la lisonja otros siglos correrían.
Si quieres que tus negocios en feliz punto paren, lleva, y esto te aconsejo, siempre la verdad delante.