No se teme en los hombres el vicio, porque los hace esclavos; la virtud sí, porque los hace señores.
Porque así como hay algunos vicios que tienen apariencia y semejanza de algunas virtudes, así hay algunas virtudes que están ocasionadas por vicios.
No pueden las tinieblas de la malicia ni de la ignorancia encubrir y oscurecer la luz del valor y de la virtud.
Avergüénzame en verdad decirlo, pero sólo pensamos en la virtud cuando no tenga otra cosa que hacer.