Le dije que la mayor cobardía del mundo era matarse,es señal que le falta el ánimo para sufrir los males que teme.
La resignación es un suicidio cotidiano.
Poco vale ese para quien existen muchas causas razonables que le animen a dejar de vivir.
El suicidio es un robo al género humano.
Es por ser mi mal tan fuerte que porque es menos la muerte me dejo estar con la vida.
Todo el mundo se suicidaría si después de suicidarse pudiera seguir viviendo.
La realidad implacable me conduciría al suicidio, si el sueño no me permitiese esperar.