Las mujeres amantes, castas esposas y madres sin reproche, conservan en el fondo del corazón tesoros de indulgencia.
De gente bien nacida es agradecer los beneficios que reciben y uno de los pecados que más ofenden a Dios es la ingratitud.
Porque al tahúr no le dura / mucho tiempo la alegría / y el que de naipes se fía / tiene al quitar la ventura.
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos: con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra, ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida.
...porque uno de los defectos del miedo es turbar los sentidos y hacer que las cosas no parezcan lo que son.