Si en el espíritu del trabajador reside la paz, el amor a la obra y la conciencia de utilidad social, todos los oficios son bellos oficios.
Cualquiera que sea la manera de pensar y obrar, es una mala señal no ser vilipendiado, insultado o amenazado.
A las buenas obras les pagan con buenas palabras, cuando no hay otra moneda y el deudor está necesitado.
Son pocos los que teniendo juicio, sean a la vez capaces de obrar. El juicio ensancha, pero paraliza; la acción anima, pero limita.
Que piensen como quieran de ti la gente, obra según te parezca justo. Mantente indiferente a la alabanza y al vituperio.
El hombre ve lo de fuera, Dios el corazón; el hombre considera las obras, Dios pesa las intenciones.