El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos.
No reconozcas como superior más que a un hombre mejor que tú.
Quien sabe hablar, sabe también cuándo ha de hacerlo.
Haz lo que no pueda afligir tu memoria.
Lo posible habita cerca de lo necesario.
El principio es la mitad de todo
La felicidad que debemos a nuestro amigo es una cosa sagrada, que no permite la más leve ironía.
No sabe hablar quien no sabe callar.
Resuélvete a seguir la conducta más excelsa y te deleitarás en ella.
Elige lo mejor, la costumbre lo hará fácil y suave.
Dios concedió un par de brazos al hombre para que no se fatigase en ningún momento.
Prefiere una sola caricia de tu perro a todos los favores de los pueblos o de los reyes.
No habléis de vuestra dicha a un hombre que no sea tan feliz como vosotros.
Entre dos hombres iguales en fuerza, el que tiene razón es el más fuerte.
Prefiero contraer el hábito de hablar tan prudentemente como se escribe, que escribir tan veloz como se habla.
No reconozcas más que a un hombre mejor que tú.
Escoge una mujer de la cual puedas decir: hubiera podido escogerla más bella, pero no mejor.
Elige lo mejor; la costumbre lo hará suave y fácil.
Haz lo que no pueda afligir a tu memoria.
Nada parece en el universo, cuanto en él acontece no pasa de meras transformaciones.