Nada dura más que el cambio.
La cordura es a veces molesta como una lámpara en el dormitorio.
Los gobiernos son velas; el pueblo, el viento; el Estado, la nave, y el tiempo, el mar.
La diferencia entre la libertad y las libertades es tan grande como entre Dios y los ídolos.
El hombre más peligroso es aquel que tiene miedo.
El hombre ve lo de fuera, Dios el corazón; el hombre considera las obras, Dios pesa las intenciones.
La única manera de engañar que a veces logra el éxito es ser sincero.