La adversidad descubre al alma luces que la prosperidad no llega a percibir.
Los afectos son como rayos; nunca sabes dónde golpean hasta que han caído.
El amor conyugal, mientras dura, es el más fuerte de todos.
El carácter es la fuerza sorda y constante de la voluntad.
Tres cosas necesita el hombre para ser feliz: un libro, un amigo y la bendición de Dios.
La sociedad no es sino un desarrollo de la familia; si el hombre sale corrompido de la familia estará corrompido en la ciudad.
¿Qué es una familia sino el más admirable de los gobiernos?
Tosa vuestra vida depende de las personas con las que vivimos familiarmente.
La felicidad es privativa del alma y no del cuerpo, nace de la abnegación y no del goce, del amor y no de la voluptuosidad.
Vivir es obrar; obrar es producir; producir es sacar de sí algo semejante a sí mismo.
La oración es el acto todo poderoso que somete todas las fuerzas celestes a disposición del hombre.
Pensar es moverse en el infinito.