Las riñas de los amantes son renovaciones del amor.
La fortuna está reservada para los valientes.
No hay cosa más fácil que sea, que no la haga difícil la mala gana.
No hay nada que hablando mal de ellos no pueda hacerse malo.
Hombre soy y nada de lo que al hombre se refiere me es indiferente.
Tantos hombres, tantos pareceres.
Cuando no se puede lo que se quiere, hay que querer lo que se puede.
Cuando gozamos de buena salud, fácilmente damos consejos a los enfermos.
Sin Ceres y Baco, Venus se enfría.
Yo soy mi prójimo.