La gloria es el más excelso de todos los bienes de la vida; cuando el cuerpo se ha convertido en polvo, el gran hombre de tu gloria se inmortalizará en los cantos: porque la vida terrenal se desvanece, mientras los muertos viven siempre.
La gloria huye de los que la buscan y sigue a los que desprecian, porque aquéllos se acomodan al gusto de sus contemporáneos y éstos lo afrontan.
No es error mundano más que un soplo de viento, que ora viene de un lado y ora de otro, y cambia de nombres porque cambia de sitio.
Feliz es cualquier mortal que pasa su vida sin fama y sin gloria y menos felices los que disfrutan de honores.
La gloria pertenece al que ha sido poderoso en palabras y obras, al que haciendo el bien no lo hace triunfar sellándose con su sangre.
Breve es la gloria que se da y se recibe de los hombres; la gloria del mundo siempre va acompañada de tristeza.
Morir es el destino común de los hombres. Pero morir con gloria es el privilegio del hombre virtuoso.