Feliz es cualquier mortal que pasa su vida sin fama y sin gloria y menos felices los que disfrutan de honores.
La gloria de los grandes hombres debe medirse siempre por los medios que han empleado para adquirirla.
No hay quien deje de contar las glorias del héroe muerto, salvo aquellos para quienes el recuerdo tiene un valor de oposición política.