Si levas a cabo una acción vergonzosa, no esperes mantenerla oculta. Aunque lograras esconderla de los demás, tu conciencia sabría dónde está.
Entrégate a los ejercicios corporales, no a los que acrecientan la fuerza, sino a los que contribuyen a la salud.
¡Oh, hombres! ¿A dónde os precipitáis afanados por acumular riquezas, al tiempo que descuidáis la educación de vuestros hijos, a quienes debéis dejársela?
Morir es el destino común de los hombres. Pero morir con gloria es el privilegio del hombre virtuoso.