Que todo el que se queje con justicia tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario.
El objeto de un gobierno es proporcionar a los gobernados la mayor suma de bienes y ésta no puede obtenerse sin educación.
Atenderé únicamente a la virtud y al mérito, y buscaré mi principal apoyo en los hombres de orden y progreso.
Pocos hombres son llamados para gobernar ciudades e imperios, mas cada cual está obligado a gobernar sabia y prudentemente su familia y su casa.
En nuestro aprendizaje corremos los riesgos de los que ninguna nación del globo se ha librado en la infancia de la civilización.
Por mí no se vertió ni una gota de sangre ni a familia alguna hice derramar lágrimas, ni he vejado ni oprimido a nadie.