Nunca emprenderíamos nada si quisiéramos asegurar por anticipado el éxito de nuestra empresa.
Con algunas excepciones, el hombre que no puede seguir a un líder inteligentemente no puede convertirse en un líder eficiente.
Un pueblo sólo se deja guiar cuando se le enseña un porvenir; un jefe es un comerciante de esperanzas.
Hay que desplegar más energía en los asuntos administrativos que en la guerra.
La tiranía más insoportable es la tiranía de los subalternos.
Si quieres que algo sea hecho, nombra un responsable. Si quieres que algo se demore eternamente, nombra una comisión.
El hecho de triunfar no consiste en vencer siempre, sino en nunca caer en el desánimo.
¿Circunstancias? ¿Qué son las circunstancias? ¡Yo soy las circunstancias!
Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes.
Con audacia se puede intentar todo, mas no conseguirlo todo.
El coraje no se puede simular: es una virtud que escapa a la hipocresía.
El valor es como el amor: necesita una esperanza que lo alimente.
La sabiduría más verdadera es una resuelta determinación.
Si empiezas a conquistar Viena, conquista Viena.
La victoria pertenece al más perseverante.
No hay distancia que no se pueda recorrer ni meta que no se pueda alcanzar.
Hay cuatro cosas que ponen al hombre en acción: interés, amor, miedo y fe.
El verdadero carácter siempre aparece en las grandes circunstancias.
Se conoce mucho mejor el fondo del valle cuando se está en la cumbre de las montañas.
De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso.