Los hombres son criaturas muy raras: la mitad censura lo que practica; la otra mitad practica lo que censura; el resto siempre dice y hace lo que debe.
Un crítico novato es como un niño con escopeta: a menudo dispara sobre todo ser viviente que ve, pensando en su puntería y no en el dolor que causa.
Los críticos son hombres que hubieran sido poetas, historiadores o biógrafos, de haber podido. Han ensayado su talento en una u otra cosa y han fracasado; por eso se convierten en críticos.
La crítica es una parte de la cultura y su ausencia sigue siendo el talón de Aquiles de la cultura mexicana.