Los hombres son siempre más propensos a creer lo que no entienden, y las cosas oscuras y misteriosas tienen más atractivo a sus ojos que las claras y fáciles de comprender.
La condición más injusta de las guerras es que todos se adjudican la victoria y la derrota se imputa a uno solo.
Raros son estos tiempos felices en los que se puede pensar lo que se quiere, decir lo que se piensa.