Al que gusta de criticar todos los asuntos, no debe mostrársele ninguno.
Uno está tan expuesto a la crítica como a la gripe.
Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas.
Es mucho más fácil criticar que hacer justicia.
Los hombres son criaturas muy raras: la mitad censura lo que practica; la otra mitad practica lo que censura; el resto siempre dice y hace lo que debe.
El pensador no tiene necesidad de nadie para ser refutado, de ello se encarga él mismo.
No quiero criticar a nadie en el mundo, sino a mí mismo, en quien reconozco numerosos defectos.