Existen dos razones para beber: una cuando se tiene sed, para aplacarla; la otra cuando sin tener sed bebe para prevenirla.
Para no ser esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaos sin cesar! Con vino, poesía o virtud a vuestra guisa.
La gente huye del cólera, y sin embargo no se aparta del alcohol, que es una plaga que produce muchísimo más daño.
Al que inventó el alcohol sería cosa de levantarle un monumento. A los tristes los vuelve alegres y a los malos, idiotas.
El té carece de la arrogancia del vino, / del individualismo consciente del café, / de la inocencia sonriente del cacao.