Sólo los sinvergüenzas están seguros de su éxito. Por eso lo tienen.
La inspiración es trabajo, trabajo y trabajo.
En la declaración de los derechos del hombre se olvidaron de incluir el derecho a contradecirse.
Al fondo de lo desconocido para encontrar lo nuevo.
Para no ser esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaos sin cesar! Con vino, poesía o virtud a vuestra guisa.
Lo que no es ligeramente deforme presenta un aspecto inservible. La irregularidad, lo inesperado, la sorpresa, lo asombroso, constituye una parte esencial y característica de la belleza.
Dios es el único ser que para reinar no tuvo siquiera necesidad de existir.
Para no ser esclavo del tiempo, embriagate ¡embriagate sin cesar! con vino poesía o virtud.
La inspiración es trabajar todos los días.
Hombre libre, siempre querrás al mar. El mar es tu espejo; en la sucesión infinita de las ondas tu alma se refleja, y tu espíritu no es un abismo menos amargo.
La mujer tiene hambre, y quiere comer; sed y quiere beber. Está en celo y quiere ser satisfecha. ¡Qué gran mérito! La mujer es natural, es decir, abominable.
El odio es un borracho en el fondo de una taberna que constantemente renueva su sed con la bebida.
No puedo comprender que una mano pura pueda tocar un periódico sin estremecerse de disgusto.
Los monstruos devoran al hombre en soledad.
Una gran sonrisa es un bello rostro de un gigante.
