Muchas cosas no nos atrevemos a emprenderlas no porque sean difíciles en sí, sino que son difíciles porque no nos atrevemos a emprenderlas.
Cuando un hombre no sabe hacia dónde navega, ningún viento le es favorable.
El no querer es la causa; el no poder, el pretexto.
Gran parte de la bondad consiste en querer ser bueno.
La recompensa de una buena acción es haberla hecho.
A algunos se les considera grandes porque también se cuenta el pedestal.
La prosperidad no cambia a los hombres, sólo los desenmascara.
Es ingrato quien niega el beneficio recibido; ingrato quien lo disimula; más ingrato el que no lo restituye; pero de todos, el más ingrato es quien lo olvida.
El que callar no puede, hablar no sabe.
Si quieres que tu secreto sea guardado, guárdalo tú mismo.
La única libertad es la sabiduría.
Saber más que los otros es fácil; lo difícil es saber algo mejor que los otros.
Nada es tan bajo y vil como ser altivo con el humilde.
Cuando se está en medio de las adversidades ya es tarde para ser cauto.
Desdichado es el que por tal se tiene.
En la desgracia conviene tomar algún camino atrevido.
En la tormenta es cuando se conoce al buen piloto.
Quien se aflige antes de tiempo, se aflige más de lo necesario.
La parte de nuestro cuerpo más sana es la que más se ejercita.
Los brazos de la fortuna no son largos. Suelen apoyarse en quien más se acerca a ella.