Lo que hace falta es tratar de someter a las circunstancias, no someterse a ellas.
Apresúrate siempre hacia la solución.
El uso hace brillar los metales.
¡Trabaja! Si puedes, trabaja bien. En caso contrario..., trabaja de todos modos.
El placer que acompaña al trabajo pone en olvido a la fatiga.
Procura ser como los aduladores te pintan.
Si el vaso no está limpio, todo lo que en él echemos se tornará ácido.
Mientras el hombre más se niegue a sí mismo, más obtendrá de Dios.
Si ahora nos sucede mal, no será así siempre.
La adversidad tiene el don de despertar talentos en la prosperidad hubiesen permanecido durmiendo.
Mientras tenga razón no encontraré nada comparable a un amigo.
Somos engañados por la apariencia de la verdad.
Todo el arte no pasa de ser una imitación de la naturaleza.
Pobre en medio de tantas riquezas.
No es posible que puedan agradar ni perdurarlos versos escritos por quienes no beben más que agua.
Hay poca diferencia entre el valor oculto y la cobardía disfrazada.
La cólera es una locura breve.
El cuerpo sufre por los excesos, también el ánimo abatido.
A los que mucho desean, más les falta; es más feliz aquel a quien Dios dio pocas cosas y las considera bastantes.
El que obtiene lo que le es suficiente, no debe desear más.