También los vencedores son vencidos por la victoria.
En política y en amor el vencedor es quien tiene razón.
Al gran corazón se le conoce porque perdona: el vencedor que perdona vence dos veces.
Nada sienta tan bien en la frente del vencedor como una corona de modestia.
La guerra más difícil consiste en combatirse a sí mismo; vencerse a sí mismo representa la mayor de las victorias.
El vencedor no se detiene a contar sus muertos. La gloria del triunfo lo compensa todo.
El vencedor es la más bruta e insensata bestia que engendra el mal en las tempestades humanas.
Vencedores como vencidos serán víctimas del más lamentable de los destinos.
El que de nosotros pertenezca a la posteridad por un mayor número de acciones honrosas y útiles, será el vencedor.