Gracias a la instrucción, hay menos analfabetos y más imbéciles.
El espíritu de la educación es el conocimiento, no de los hechos, sino de los valores.
Creo que la instrucción es la parte menor de la educación.
Que se eduque a los hijos del labrador y del barrendero como a los del más rico hacendado.
La educación nos inculca desde el nacimiento un repertorio de emociones ya hechas; no sólo lo que nos es permitido sentir, sino la manera como se han de sentir las pocas emociones que son permitidas.
Un hombre educador es el que tiene los amores y los odios juntos.
No hay más que una educación, y es el ejemplo.
Mi abuela quiso que yo tuviera una educación; por eso no me envió a la escuela.
Un grano de buena experiencia a los nueve años vale mucho más que un curso de moral a los veinte.
Toda la obra de la educación no es más que una superación ética de los instintos.
Saber y sentir, he aquí toda la educación.
Porque no es cosa decente, hablar sin saber con quién.
El hombre debe educarse para el bien. Esta educación y las doctrinas que en ella se inspiran constituyen la moral o la ética.
Hay maestros que imparten su ignorancia.
No se puede enseñar a leer sin dar qué leer.
Si domas un caballo con grillos, no esperes que te obedezca cuando le hables.
Los hijos son educados como si debiesen ser hijos toda la vida, sin pensar en absoluto en que se convertirán en padres.
No aprietes con demasiado rigor la mano de un tierno niño.
Hay muchos que estudian para ignorar.
El principio de la educación es predicar con el ejemplo.
