El hombre debe educarse para el bien. Esta educación y las doctrinas que en ella se inspiran constituyen la moral o la ética.
El niño recibe casi toda su educación en los dos primeros años de su vida; no nos apercibimos de ello porque él no sabe hablar.
La incultura es una de las desgracias de mi país. Yo pago primero a un maestro y después a un general.