El anhelo de alcanzar reposo y seguridad es la ambición de muchos. Pero la seguridad, por lo general, es una ilusión; y el reposo no es destino del hombre.
Yo creo que el hombre entra a este mundo con experiencias acumuladas que encauzan su espíritu hacia una especie de camino trazado.
Nunca me he puesto al paso de un destino y él sabe su porvenir mejor que yo. Acaso nunca suceden acontecimientos inútiles.