Que piensen como quieran de ti la gente, obra según te parezca justo. Mantente indiferente a la alabanza y al vituperio.
Economizad las lágrimas de vuestros hijos, para que puedan regar con ellas vuestra tumba.
La preocupación germina en la cuna de la ignorante pereza.
No hay que aferrarse de tal manera al presente que descuidemos por completo el porvenir.
Nada parece en el universo; cuanto en él acontece no pasa de meras transformaciones.