Muchas veces lo que se calla hace más impresión que lo que se dice.
El silencio del envidioso es el mejor elogio al que puede aspirar un autor.
No sabe hablar quien no sabe callar.
El buen gusto reside tanto en el conocimiento de las cosas que deben callarse como en las que deben decirse.
De los ausentes o callo o hablo bien, que la mayor parte de las rencillas nace de la destemplanza de la lengua.
La primera virtud es la de frenar la lengua, y es casi un dios quien teniendo razón sabe callar.
Obrar y callar son las dos bases de todo gobierno verdaderamente fuerte.
Es doloroso tener que callar cuando se sienten deseos de hablar.
Sé el primero en callar, si quieres que los demás callen.
Es más razonable poner de manifiesto la propia inteligencia merced a lo que se calla, que por lo que se dice. Lo primero es un rasgo de prudencia, y lo segundo, de vanidad.
No podemos tener una idea exacta de quien jamás calla.
La costumbre de callar en una conversación, gusta y es saludable cuando consta que la persona que calla posee cuanto ha menester para hablar con competencia y acierto.