Los mejores hombres son aquellos cuyas faltas los han formado.
Cuanto mejor es una persona, tanto menos sospecha de la maldad de los demás.
Pregunta al viejo tiempo por lo que es mejor y al nuevo tiempo por lo que es más conveniente.
El mejoramiento de una sociedad es imposible sin un mejoramiento de los individuos.
Infaliblemente, el hombre bueno será cada vez mejor y peor el malo, porque tiempo, virtud y vicio siempre van en aumento.
No olvidemos jamás que lo bueno no se alcanza nunca sino por medio de lo mejor.
Entre los hombres, como entre las manzanas de Borsdorf, no son los mejores los finos, sino los ásperos y con alguna verruga.
No hay hombre bueno que no pueda ser mejor, ni hombre malo que no pueda ser peor.
Elige lo mejor; la costumbre lo hará suave y fácil.
La vida más feliz es la que ejercita y educa cada día lo mejor que hay en nosotros.
Siempre que no se puede lo mejor, es prudente dividir la dificultad para vencer uno por uno los inconvenientes.
A veces echamos a perder lo bueno por esforzarnos en lo mejor.
¿Cuál es lo mejor? Hacer bien lo que debe hacerse.