El hombre que pretende obrar guiado exclusivamente por la razón está condenado a obrar muy raramente.
El derecho es el hijo de las necesidades humanas. Las leyes sólo pueden modificarse útilmente cuando ya están sancionadas por las costumbres.
Las generaciones que forjan la historia de una época, no supieron jamás escribirla. Los vivos sólo con imparciales con los muertos.
La historia de las asambleas revolucionarias de todos los tiempos muestra que los fanáticos no han descubierto otro método de persuasión que la matanza sistemática de los adversarios.
Antiguamente la naturaleza hallábase llena de fatalidades que la ciencia poco a poco ha logrado disociar.
Ya se trate de ciencia o de historia, es preciso desconfiar de la ignorancia que se encierra bajo el término «fatalidad».
La fuerza jamás oprime una idea durante mucho tiempo, pues una idea oprimida no tarda en ser generadora de fuerza.
El heroísmo puede salvar un pueblo en circunstancias difíciles, pero es la acumulación diaria de pequeñas virtudes la que determina su grandeza.
No nos quejemos demasiado de ver a la hipocresía gobernar a los hombres. El mundo sería un infierno si no existiera la hipocresía.
El talento de los historiadores de gran prestigio consiste en hacer verosímiles las inverosimilitudes de la historia.