La honradez razonada es cordura, pero por el solo hecho de que se le razona, tiende a dejar de ser honradez.
El éxito no es cuestión de sabiduría o de astucia, sino de honradez y confianza; la moral no puede ser sustituida por el entendimiento.
No olvides que quien te confió un secreto no lleva comúnmente más que la máscara y el disfraz de hombre honrado.