El saber purifica el cuerpo; el que busca la ciencia se eleva; todos los instintos de quien sabe purifican y el alma de que se eleva, se regocija. Es mejor no saber nada que saber mucho a medias.
¡De todo queremos ser responsables! ¡Sólo de nuestros sueños no! ¡Qué miserable debilidad y qué falta de lógica! ¡Nada es más nuestro que nuestros sueños!
Cuando los buenos amigos elogian a un hombre de talento, éste mostrará su agradecimiento por cortesía y benevolencia, pero en el fondo permanecerá indiferente.
En el teatro falta la soledad... y lo perfecto no consiente testigos: en el teatro se vuelve uno vulgo, rebaño...
Un hombre parece tener carácter mucho más frecuentemente cuando sigue su temperamento que cuando sigue sus principios.