No creo en ningún sabio hasta que no le he oído decir tres veces «tengo dudas», y dos veces «no lo sé».
Consideramos la incertidumbre como el peor de todos los males, hasta que la realidad nos demuestra lo contrario.
Hay límites que no deben rebasarse, a pesar de los dictados de la moda, una mujer siempre tiene derecho a someter las exigencias de la moda al tribunal de la decencia.
De tal manera se ponen algunas señoras al saber que su doncella tiene relaciones íntimas con un hombre, que su cólera casi parece envidia...