El gran escándalo de nuestro tiempo es que la Iglesia haya perdido a la clase obrera.
Detrás de la religión está la tiranía, detrás del ateísmo la libertad.
La religión es el verdadero culto de Dios, derivado de la piedad del ánimo y del conocimiento de las cosas divinas.
El justo cielo, que pocas o ningunas veces deja de mirar y favorecer a las justas intenciones...
Muchos han muerto por una religión que jamás han practicado y muchos practican una religión que jamás han entendido.
Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de oscuridad para brillar.
Cuando sufrimos es cuando veneramos a los dioses. El hombre feliz rara vez se acerca al altar.
Tenemos la suficiente religión para odiarnos unos a otros: pero no la bastante para amarnos.
La religión es la obra maestra del arte de la educación de los seres, pues enseña a la gente cómo deben pensar.
La moralidad y la religión, que tantos espíritus fuertes tienen ellas nada es súbitamente duradero.
La religión es la mejor filosofía de la historia.
Se cambia más fácilmente de religión que de café.
Los hombres reverencian a los hombres; aún no a Dios.
El que desecha la religión quita los fundamentos de la sociedad humana.
El cristianismo niega el dolor y el egoísmo, porque disfruta de una nueva experiencia, de una nueva intuición, de una vida nueva: la caridad, energía potente.
La religión es comparable con una neurosis infantil.
Los bienes llamados eclesiásticos son y han sido siempre del dominio de la nación y, en consecuencia, son nulos y de ningún valor todos los contratos y negocios celebrados por el clero sin el conocimiento y aprobación del gobierno constitucional.
Poca filosofía aparta la religión, mucha filosofía lleva a ella.
En todas las religiones intensas, el pobre es más creyente que el rico.
Me opongo a toda superstición, sea musulmana, cristiana, judía o budista.
