El medio más seguro para valorar el grado de educación de un pueblo y de un hombre consiste en la manera como consideran y tratan a los animales.
Entre los animales que natura creó, sólo el hombre llora, sólo él es supersticioso y sólo él desea vivir mucho y hacer la sepultura en que ha de enterrarse.
En el parque zoológico todos los animales se conducen con dignidad, con excepción de los monos y los espectadores.
El hombre es una cuerda tendida entre la bestia y el superhombre, una cuerda por encima de un abismo.
De todos los animales que respiran y se arrastran por toda la tierra, el más débil y el más miserables es el hombre.
De todos los animales de la creación, el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir.
El hombre es la criatura que consiste en no querer ser hombre. No se anima a salir de su animalidad.
Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay tanta gente que ama más a los perros que a los hombres.