Es precisamente al considerar al hombre como un animal cuando nos damos cuenta de que no es un animal como los demás.
El medio más seguro para valorar el grado de educación de un pueblo y de un hombre consiste en la manera como consideran y tratan a los animales.
Entre los animales que natura creó, sólo el hombre llora, sólo él es supersticioso y sólo él desea vivir mucho y hacer la sepultura en que ha de enterrarse.