De todos los animales que respiran y se arrastran por toda la tierra, el más débil y el más miserables es el hombre.
Llevaderá es la labor cuando muchos comparten la fatiga.
No estés mucho tiempo lejos del hogar.
Ni el hombre más bravo puede luchar más allá de lo que le permiten sus fuerzas.
El humano que pierde al ser más querido, acaba por cesar en lágrimas y lamentos, porque el destino ha concedido a los hombres el bien de la resignación.