Siempre habrá un perro perdido en alguna parte que me impedirá ser feliz.
Comprender. Siempre comprender. Yo no quiero comprender.
Lo dulce es llegar a una parte, aunque sea al fin de la desesperación.
Cada uno de nosotros tiene un día, más o menos triste, más o menos lejano, en que por fin debe aceptar que es un hombre.
Lo que hay de terrible en cuanto a Dios es que no se sabe si no es un truco del diablo.
Siempre habrá un perro perdido en alguna parte que me impedirá ser feliz...
Uno se es fiel así mismo, y basta.