Siempre la mayor alegría es precedida por la mayor pena.
Conocemos por testimonio de la misma naturaleza que el cuerpo está unido al alma para que el hombre sea eterno y completo.
Guardaos de las sospechas, que son el veneno de la amistad.
La medida del amor es amar sin medida.
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos.
No todos los hombres malos pueden llegar a ser buenos, pero no hay ningún hombre bueno que no haya sido malo alguna vez.
El bueno será siempre libre aunque sea esclavo; el malo será esclavo aunque sea rey.
Donde no hay caridad, no puede haber justicia.
Lo que sobra a los ricos es patrimonio de los pobres.
El número de locos es tan grande que la prudencia se ve obligada a ponerse bajo su protección.
El que no tiene celos no está enamorado.
Con caridad el pobre es rico; sin caridad, cualquier rico es pobre.
Dios es paciente, porque es eterno.
Todos los filósofos, con sus estudios, disputan acciones y buscan la vida dichosa; he aquí la causa de la filosofía.
La fe consiste en creer lo que no vemos, y la recompensa es ver lo que creemos.
La vanidad de la gloria humana no trae sino viento y vacuidad.
El peor de los hombres es el que siendo malo quiere pasar por bueno; siendo infame habla de virtud y pundonor.
¡Ay de mí, que no sé ni aun aquello que no sé!
Sin la justicia, ¿qué son los reinos sino una partida de salteadores?
Las lágrimas son la sangre del alma.
